En El Tablero, un pueblo del distrito suroeste de Santa Cruz, como a sus vecinos les gusta denominarlo, se celebran las fiestas patronales en el mes de octubre, en el tercer y cuarto fin de semana, en honor a Nuestra Señora del Rosario y San José.
El Tablero siempre ha sido un pueblo recordado por sus grandes verbenas desde tiempos pretéritos, donde incluso llegó a contar con la visita de Miss Europa en el año 1935. Combinaban galas, verbenas, juegos infantiles, actividades al aire libre… Una gran variedad de actos.
Estas actividades han variado con el paso de los años ya que el gran sacrificio que conlleva la realización de las fiestas ha hecho mella en los vecinos, que se muestran reticentes para hacer frente a su organización.
Desde hace apenas tres años la nueva directiva de la AAVV ha tomado las riendas y se encarga de realizarlas. Para este 2020, en conjunto con la Asociación de Mayores Sueños del Teide, tenía previsto una gran cantidad de actos dedicados a las tradiciones y a conmemorar las fiestas de antaño. Las circunstancias sobrevenidas por la crisis sanitaria de la Covid-19 obligan a retrasar este nuevo proyecto al menos un año.
En su primer fin de semana de actividad, las fiestas de El Tablero suelen comenzar con una gran gala de variedades, con la participación de los grupos del mismo pueblo, que hacen de esta noche de otoño una velada muy amena y divertida.
El tercer domingo de octubre tendría lugar el día grande dedicado a los más pequeños, con hinchables, pinta caras, música, animación, cine y una gran chocolatada, todo siempre acompañado de las sonrisas de los más pequeños de la casa como protagonistas.
Las fiestas de El Tablero también pretenden ofrecer un guiño a las tradiciones populares, rescatando la celebración del baile de magos después de varios años de ausencia. Durante esta jornada, además de la música se degusta una gran variedad de alimentos típicos y el gran potaje de berros realizado con los ingredientes donados por los vecinos de sus propias huertas; destaca también la exhibición de juegos y costumbres tradicionales en la octava de las fiestas.
Los actos litúrgicos son de gran importancia. El último domingo del mes, en circunstancias normales, se realizaría una función religiosa con el acompañamiento del coro de la iglesia, con la posterior salida en procesión de los santos patronos y culminación de la exhibición pirotécnica.
El Tablero, además, cuenta con otras actividades variadas como las verbenas, cine al aire libre, títeres, la gran paellada, el reencuentro de antiguas reinas y míster, etc… Todo para dar vida a dos fines de semana donde, en un ambiente de calles engalanadas y los olores festivos que salen de las cocinas de sus vecinos, se disfruta de una convivencia vecinal muy agradable.